Para todos aquellos que quieran hacer el viaje de su vida sin salir de casa, os voy a narrar mi experiencia de completar la FCT en Italia.
Todo comenzó cuando mi tutor nos comunicó en clase la opción de terminar nuestras prácticas de empresa en el extranjero. De ese modo podría mejorar mi currículo añadiendo los conocimientos imprescindibles hoy en día de una lengua importante.
Después de hacer ciertas gestiones requeridas por la beca, llegó el momento de mentalizarse de lo que estaba a punto de acontecer: la maravillosa experiencia de establecer
unos horizontes que no todo el mundo tiene la oportunidad de conocer; y, esperando con ansia el momento indicado, un buen día llegó la noticia de que me iba a Italia. «¡No puedo creérmelo! en cuatro días, como quien dice, estaré disfrutando de la cultura italiana». La verdad es que no sé como describir mi cara de asombro y de gozo cuando me vi con los pies en Ascoli Piceno (Italia), con sus pequeñas
callejuelas de piedra y los simpáticos Fiat 500 paseándose por la ciudad con alegría y agilidad y el delicioso olor a genuina pizza italiana.
Todos sabemos que este tipo de becas es para el aprovechamiento profesional y formativo de los estudiantes, pero lo cierto es que también es un disfrute indescriptible el hecho de salir de la rigurosa y magistral academia donde “impariamo l’italiano” y reunirse con todos los españoles que había en aquella ciudad. Una vez transcurridas un par de semanas llegó la hora de incorporarse a la empresa donde realizaría mis prácticas, empresa que AMT había buscado con total acierto y determinación. En aquella empresa pude desarrollar absolutamente todas las tareas que mis conocimientos adquiridos en el ciclo formativo aprendí, además de establecer una estupenda relación laboral con mi compañero de trabajo y con mi jefe, a quienes también podría agradecer su colaboración en la fase de aprendizaje del italiano.
No he tenido ningún problema de importancia durante mi estancia en Italia pero de todos modos es algo que nunca me ha preocupado porque detrás de esta experiencia había gente que supervisaba todo lo que acontecía y estaba disponible para solucionar cualquier cosa que surgiera.
Por todo lo que he podido comentar en este articulo no dudaría ni un segundo en recomendar una de estas experiencias a todos aquellos que pudiesen estar interesados, y también doy gracias por haber tenido esta oportunidad y de haber recibido el respaldo y apoyo de todos.
David Taladrid Abad
Deja una respuesta